viernes, 2 de junio de 2017

Mousiké - Primer poema de Juan Pablo II


 

¡Habla, tierra!
La tempestad corre sobre corceles negros-
Los relámpagos -los demonios se carcajean en los pinos.
Un huérfano descalzo caminaba por la linde y lloraba
(yo seguía tumbado de bruces contra el surco).
Colaban el metal, colaban el metal negro en un gran caldero.

Los tambores anunciaban el entierro,
el entierro del mundo.
Las trincheras echaban fuego-
Se quemaba el alerce solitario.
Seguía el ataque.

No me asustará la carcajada del espantajo de paja.
Estoy tendido en el surco. Me levantaré cuando den la orden.
No me ensordecerá el eco de los truenos.
Me levantaré. Debo construir la Ciudad.

(...) 

Fragmento del poema "Mousiké" (2) de Karol Wojtyla, 1938.