jueves, 26 de marzo de 2015

Caperucita Roja Medieval

De puella a lupellis seruata.
Quod refero, mecum pagenses dicere norunt,
Et non tam mirum quam ualde est credere uerum:
Quidam suscepit sacro de fonte puellam,
Cui dedit et tunicam rubicundo uellere textam;
Quinquagesima sancta fuit babtismatis huius.
Sole sub exorto quinquennis facta puella
Progeditur, uagabunda sui inmemor atque pericli,
Quam lupus inuadens siluestria lustra petiuit
Et catulis predam tulit atque reliquit edendam.
Qui simul aggressi, cum iam lacerare nequirent,
Ceperunt mulcere caput feritate remota.
"Hanc tunicam, mures, nolite", infantula dixit,
"Scindere, quam dedit excipiens de fonte patrinus!"
Mitigat inmites animos deus, auctor eorum.

Egberto de Lieja: "Fecunda ratis" (año 1022-1024).

Traducción:

Sobre una niña salvada de los lobeznos.
Lo que relato, los campesinos pueden decirlo igual que yo
y no es tan maravilloso como cierto de creer.
Un hombre tomó a una niña de la pila sagrada,
y le dio una túnica tejida de lana roja;
la fiesta sagrada de Pentecostés fue el día de su bautizo.
La niña, ahora de cinco años, sale
al amanecer, sin rumbo e inocente del peligro.
Un lobo la atacó, fue a su madriguera en el bosque
llevándola como botín para sus cachorros, y la dejó para ser devorada.
Ellos se le acercaron, y no pudiendo ser capaces de herirla,
Comenzaron, libres de su ferocidad, a acariciar su cabeza.
“No rompan esta túnica, ratones”, dijo la niñita,
“que me la dio mi padrino al sacarme de la pila”.
Dios ablanda las almas feroces.

Egberto era un monje del siglo XI y su obra "Fecunda ratis" es un libro didáctico escrito en hexámetros y que recopila proverbios, cuentos y fábulas (como en este caso, según él mismo lo afirma, narrados por los campesinos). Como vemos no aparecen los elementos que trae el cuento en Perrault (siglo XVII) como la madre, la abuelita, el encargo y la canasta. Ni, por supuesto el leñador añadido por los Grimm en el siglo XIX. En cambio aparece más nítida la función del vestido rojo como símbolo de la protección del Bautismo. En el bautismo se recibie una vestidura blanca, pero aquí aparece roja por alusión a Pentecostés. Quizá sea también una referencia a la Sangre de Cristo tal como aparece en Apocalipsis 7,14: «...han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero». Aunque no se dice explícitamente está claro que es gracias a la veste roja símbolo de la Gracia bautismal, que los lobos no le hacen daño. El lobo, claro está, aparece en el Evangelio (Juan 10,11-12) y  San Agustín comenta: «quid est lupus, nisi diabolus?» (quién es el lobo, sino el diablo?) en su In Iohannis Evangelium tractatus 46,7.


El texto de la Fecunda  Ratis es citado por Jan M. Ziolkowski, “A Fairy Tale from before Fairy Tales: Egbert of Liège’s ‘De puella a lupellis seruata’ and the Medieval backround of ‘Little Red Riding Hood’”. Revista Speculum, Vol. 67, No.3, Julio de 1992.

lunes, 16 de marzo de 2015

Perseverar en la alegría



“Mi testamento filosófico” de Jean Guitton (fragmento). 


“San Pedro me interrogó primero.
- Jean Guitton, ¿Qué has hecho de tu vida?
- He filosofado.
- ¿Qué quiere decir eso?
- He aprendido a morir.
- ¿Cómo lo aprendiste?
- Mirando a Cristo.
- ¿Quién te enseñó a mirarlo?
- La que le dio la vida y lo vio morir en la cruz. Ella fue quien me enseñó.
- ¿Cómo te lo enseñó?
- Mientras escribía un libro acerca de ella.

San Juan tomó la palabra. Él es mi santo patrono. La víspera del día en que Jesús sufrió, él reposó su cabeza en el pecho del Señor. Tal fue el sacramento por el cual recibió el conocimiento de lo insondable. Yo lo amaba. Cien años que me hablaba de ta tou kuriou pneumatika. (“Todo lo que llenaba el espíritu del Señor”) Y ahora lo veía. Su voz era más firme de lo que yo hubiese creído. Su estatura más alta. Su rostro irradiaba la luz de la Verdad.


Jean – me preguntó- ¿Qué es morir?
- Es perderlo todo, abandonarlo todo y abandonarse en manos de Dios.
- ¿Por qué es importante morir?
- Porque es el único momento de la vida en que se puede dar absolutamente todo y sin retorno.
- ¿Y qué es vivir bien?
- Es vivir cada instante como se moriría si se muriera bien.
- ¿Qué es morir bien?

Miré a Santa Teresa y la respuesta me vino, fulgurante:
-Morir de Amor.
-Jean, ¿Qué es el amor?
-Amar es darlo todo y darse uno mismo.

San Juan se ensimismó. Ozanam preguntó:
- Jean, ¿Es triste morir?
- Es triste para los demás.
- ¿Y para uno mismo?
- Es triste, si pensamos en la tristeza de los otros.
- Jean, ¿Has muerto triste?
- Quise perseverar en la alegría.”