viernes, 30 de octubre de 2015

Chesterton, "Mumford and Sons" y San Francisco de Asís



Cuando los músicos leen a los poetas hacen buenas canciones. Pongamos por ejemplo la siguiente estrofa de la canción “The Cave” de Mumford and Sons 

Sal, pues, fuera de tu caverna caminando sobre tus manos
y mira el mundo colgando hacia abajo
tu puedes entender la dependencia
cuando conoces la mano del Hacedor.

So come out of your cave walking on your hands
And see the world hanging upside down
You can understand dependence
When you know the Maker's hand.

Casi como un acto reflejo e irreflexivo cada vez que se menciona la palabra “caverna” en un poema alguien la asocia a la “caverna de Platón” y su teoría de las ideas. De más está decir que no necesariamente hay que estar hablando siempre de la misma caverna y que la imagen no siempre tiene que representar lo mismo. Nada más lejos, por ejemplo, de la caverna cristiana (seno del que Cristo nacerá dos veces, una a la vida natural y otra a la Resurrección) desde la que se sale no a un mundo ideal sino a este mundo material y esplendente para experimentar no los arquetipos sino las cosas mismas: compartir la experiencia humana. Éste es uno de esos casos. En realidad -y el mismo Marcus Mumford, su compositor, lo reconoce- la imagen está extraída de la obra de G.K. Chesterton “San Francisco de Asís”. Aquí un pasaje de la misma: 

«Francisco, por el tiempo en que desapareció en la prisión u oscura caverna, o poco más o menos por aquel entonces, experimentó una transformación de cierta naturaleza psicológica... El hombre que entró en la caverna no fue el que salió de ella... Miraba al mundo de manera tan distinta de los demás hombres como si hubiese salido de aquel antro oscuro andando con las manos... Este hecho sólo puede representarse mediante un símbolo; pero el símbolo de la inversión resulta exacto en otro sentido. Si un hombre viese el mundo al revés, con todos los árboles y las torres colgando invertidos como en un estanque, el efecto obtenido acentuaría la idea de dependencia. Y en ello hay una relación latina y literal; porque la palabra depender no significa sino colgar. Sería imagen viva del texto de la Escritura en el que se dice que Dios suspendió el mundo en la nada

Francis, at the time or somewhere about the time when he disappeared into the prison or the dark cavern, underwent a reversal of a certain psychological kind...The man who went into the cave was not the man who came out again...He looked at the world as differently from other men as if he had come out of that dark hole walking on his hands...This state can only be represented in symbol; but the symbol of inversion is true in another way. If a man saw the world upside down, with all the trees and towers hanging head downwards as in a pool, one effect would be to emphasise the idea of dependence. There is a Latin and literal connection; for the very word dependence only means hanging. It would make vivid the Scriptural text which says that God has hung the world upon nothing.

Se entiende entonces perfectamente que la expresión “dependencia” refiere al concepto clásico de “contingencia” según el cual nuestra existencia (la de todas las cosas) nos es dada, no proviene de nosotros mismos, y esta constatación nos lleva a preguntarnos por el sentido de este don, por el sentido del cosmos y de la existencia. Santo Tomás de Aquino elaboró filosóficamente esta cuestión en sus célebres cinco vías hacia la existencia de Dios.

En el campo literario, el mismo Chesterton y luego J.R.R. Tolkien sondearán la idea de “renovación” de la mirada (una de las funciones de la literatura que llamamos usualmente “fantástica”), como camino que nos saque de este desencantado mundo enrejado por la lógica cientificista o utilitarista y nos devuelva al prístino mundo donde nada es obvio y todo es fuente de asombro y alegría.


Nota 1: En algunas versiones cambian la expresión "Maker's hand" por "Maker's land". En el enlace abajo se puede escuchar la primera versión.

Nota 2: Como manda el discurso políticamente correcto los integrandes de Mumford and Sons reniegan de cualquier asociación de su música con la “religión” aunque admiten estar abiertos a una mirada “espiritual” y aún de “fe” –signifique eso lo que signifique para ellos-. Sin embargo hay que agradecer que alguna vez los músicos lean a los buenos poetas y, quizá sin ser concientes del todo, nos transmitan algo del splendor veritatis].


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