"El Herrero de Wootton Mayor" (Smith of Wootton Major) es uno de los últimos cuentos escritos por el
Profesor (publicado en 1967). Como "Hoja, de Niggle" este es también
profundamente biográfico (no en sentido literal, claro, sino espiritual). El
herrero transparenta al mismo Tolkien con su "don" de acceder a
Fantasía en pequeños viajes al principio (poemas, cuentos) y en un "largo
viaje" (El Señor de los Anillos) que lo separa de su familia y las tareas
domésticas por mucho tiempo. También encontramos en Nokes una parodia de los
que no comprenden realmente el Reino de Fantasía y piensan que las hadas y la
magia son dulces mentiras para niños (como los "críticos literarios"
de "Los monstruos y los críticos" y de "Sobre los cuentos de
hadas"). En ningún caso se cae abiertamente en la alegoría, estamos ante
paralelismos y alusiones planeados por Tolkien para abrir su relato a la "aplicabilidad"
(como él la llamaba). Con esa precaución podemos también sugerir una lectura
religiosa (católica) de algunos pasajes como la Fiesta de los Niños buenos, que
semeja una liturgia de Primera Comunión (y de hecho se habla del
"Pabellón" en términos que recuerdan una iglesia: tiene vitrales,
gárgolas, pinturas y dorados). Lo mismo puede decirse de la Reina de las Hadas,
descrita con imágenes que nos recuerdan a «Nuestra Señora, sobre la cual se
funda toda mi escasa percepción de la belleza tanto en majestad como en
simplicidad.» (Carta de Tolkien a Robert Murray s.j. - 1956).